Los perros de Copán

Creo que Copán Ruinas sin parque arqueológico, museos y sus afuera, no es más que restaurantes, hoteles y bares agringados. Es por eso que no traigo fotos más que de los perritos callejeros que hay en Copán, porque de esos sí que hay muchos. Fui con la esperanza de por lo menos conocer el museo del pueblo, porque era el único que me faltaba por conocer pero me dijeron que gran parte de él está cerrado temporalmente, así que me quedé con tal solo una sala que es donde está la tumba de la chamana y otra con muchos como banners acerca de los alimentos que se consumían en la época prehispánica, las dos estaban muy bien.

Ahora a los perros

Me encantan estos perros peludos, se ven tan amigables y relajados. Éste era especialmente fotogénico.

Éste es de los típicos amarillos y delgados.

Dormía tranquilamente y esta cámara ruidosa lo despertó. Tomó su posición de defensa y yo huí.

Éste es parecido al primero, aunque este se ve medio presumido con su collar y actitud indiferente. César me regañaría si me escuchara decir eso.

Tenía dueño, claramente.

Él me parece que tiene algo de Pastor alemán, elegante.

Hablando de elgantes… ea pose de patas cruzadas creo que no cualquier perro puede hacerla cómodamente.

Los dos perros. No sé qué tipo de energía le transmitía al blanco que me ladraba cada vez que pasaba.

Tal vez sólo era de esos perros latosos que le ladran a todo el mundo.

Ven lo común que son los perros amarillos y delgados, éste es el tercero.  ¿No les molesta que ese mercado sea de piso de cerámica?

Éste fue el primero que me encontré, tigreado velando gente en las carnitas.

Y el último, totalmente borroso.

Sé que era de perros la entrada pero vean qué bonito el caracolito que encontré en una escalera.