De cómo alguien volvió a escribir poemas
Había renunciado al verso porque nadie habla así, en versos,
porque me daba rabia,
por algo que dijo Parra (en versos),
porque la palabra, porque… En fin.
Yo había renunciado al verso
y salía a cabalgar por el pueblo todos los días.
Mi caballo se llamaba Rancho
y mi rancho se llamaba de ninguna forma
porque para un rancho no me ajustaba (el dinero).
Un día Rancho me cayó encima.
“Tenía filosos los dientes y usté lo lastimó
al jalar las riendas”, dijo el veterinario o el detective,
no recuerdo ni entendí nada.
“A los caballos se les ponen filosos los dientes”,
agregó el veterinario o el detective, “es algo común”.
Común, vaya.
Prognosis: múltiple
(siempre quise decir y escribir eso, aunque no signifique nada).
Ambas rotulas fracturadas, vértebras lumbares 2 y 4 inservibles,
vértebra dorsal 6 descanse en paz, etc.
(Yo quería estudiar medicina y mi mamá no me dejó;
estos datos son falsos, no recuerdo ni mi cara).
Parapléjico de por vida, dijo el doctor.
Más tieso que un palo de guayabas, dijo la enfermera,
que además de parapléjico me daba por sordo y retrasado mental.
No me atreví a preguntarle por qué de guayabas.
Yo sólo pensaba en zanahorias.
Sólo soñaba con zanahorias. Pesadillas con zanahorias.
Soy una zanahoria, me decía una y otra vez, soy una zanahoria.
“Sí, ¡más tieso que una zanahoria!”, me dijo una vez la enfermera.
Yo no sabía que ella estaba allí.
Al año me dejaron volver a casa.
Al principio me visitaban algunos amigos, al principio.
Mi querida novia aguantó más de un año, me esperó más de un año.
De cariño me decía “palito”, “mi Christopher Reeve, mi superman”
o simplemente “mueble”.
Me leía libros, me daba de comer en la boca,
Me limpiaba el culo, me bañaba.
Como a un niño inútil, como a un palo de guayabas,
como a una zanahoria.
Más de un año aguantó.
A los años me pusieron unos chips en el cerebro
y pude usar una computadora con la mirada.
Así he escrito esto, así he vuelto al verso.
y pude usar una computadora con la mirada.
Así he escrito esto, así he vuelto al verso.
Yo no sabía Rancho que te dañaba…
¿Qué será de tí en esta noche tan helada?
A la gente se le olvida que puedo sentir frío.
1 comentario:
Puee qué bueno el dibujito, me gustan esos dibujitos así. Gracias.
Publicar un comentario