Ya sé que no sos ella, ni te le acercás. Tampoco debo hacer comparaciones ni nombramientos. Pero me viste con esa cara... ni siquiera me viste.
Entonces pienso que no vale nada, que no tengo padre. Y nos vamos.
En una estación de tren o bueno... buses. Sentada en una banca (bueno, silla), sí, muy cinematográfico. Medio viéndote, medio avergonzada, medio soberbia y para no perder la tradición, medio llorando. Vos no lloraste ¿verdad?
Y aguantaste el llanto, tanto que ni me viste, fija en tu pantalón, o manos, o zapatos...
Como cuando yo era la más chiquitita gritona y llorona.
¡Ah! Pero vos tampoco me avergoncés, mirá que yo siempre veo cosas.
"Cuidate, ¿oiste?"
"Sí sí"
Te quiero tanto
Imágenes: Ciserón. Por lo que busqué es un pintor hondureño, en el lugar de trabajo se encuentra una pintura de él en el techo, no muy buena pero estás imágenes me gustaron. Ciserón... mal nombre para él...
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