domingo, 13 de abril de 2008

Pulhapanzak... Agua Blanca

No entiendo cómo fue que me tardé tanto para visitar este lugar... ¡Y qué lugar! Tengo un recuerdo de cuando estaba niña de que fui a unas cataratas pero no recuerdo si fue a Pulhapanzak, no recuerdo, creo que sí pero eso es lo de menos ahorita porque dejenme decirles que yo no había visto algo así antes. Sí, yo sé que no he visitado muchos lugares tampoco, pero este lugar fue especial, muy especial.

Ahora que ya tengo la libertad y los medios para movilizarme a grandes distancias (ni tan grandes eh), decidimos, con mi compañero de viaje de siempre y mi preferido, claro está, ir a las famosas cataratas de Pulhapanzak. En primer lugar porque hace mucho que tenía ganas de ir a un río a bañar y en segundo lugar porque queda muy cerca de esta ciudad, sólo como a hora y media. Y pues... después del camino en carretera en cual yo iba muy asustada... verán, en esa carretera (la que dirige al sur creo que es), transitan muchos camiones de carga, y ellos manejan como si en realidad no fuesen camiones, es decir, muy rápido, y pues yo siguiendo mi regla de no rebasar las 40 millas por hora, me sentía muy presionada. Lo importante es que por fin llegamos a nuestro destino.

Primero se ve normal... un estacionamiento, unas posas para bañar, un cartel con una gran flecha indicando la dirección de la catarata. Ahí ya estaba un tanto emocionada, escuchando el fuerte ruido del agua que nos alcanzaba a llegar y por fin pudimos ver un poquito de lo que nos esperaba en nuestro descenso.

Nota: Todas las fotos presentadas aquí no son mías sino de Darío, y están muy buenas.





Ahora sí que estaba muy emocionada, ¡miren no más! Lindos arcoiris.



Y pues seguimos bajando por un camino lodoso por eso del agua que llega desde la catarata al camino. Eh.. creo que cabe mencionar que en este camino y en este punto de nuestro recorrido, Darío se cayó por el lodo que había jajaja. No sé si notan aquí en la foto una especie de alambre en la esquina superior derecha, pues eso es nada más y nada menos que para el canopy, claro está que ninguno de los dos hizo nada de eso... pero estoy segura que se debe ver muy bonito desde ahí, así que para los que si se atreven, está muy recomendable.





Aquí todavía no podíamos ver la catarata completa, pero desde ya se miraba realmente hermoso. Yo no sé, no me gusta describir este tipo de cosas, están ahí y ya. Simplemente hermoso.


Esto me gustó muchísimo, las raíces de los árboles sobresaliendo en todo lo verde, ¿musgo será?







Los arcoiris, no es por sonar pura niña cursi, pero sea como sea es muy bonito.




Agua blanca, blanca.







Árboles con enredaderas colgantes y el cielo completamente azul.




Después nos fuimos por otro camino más 'selvático' por decir así para poder llegar a un lugar donde se podía ver mejor la catarata y nos encontramos con muchas libélulas e insectos, algo que él le gustó mucho.






Y aprovechó a tomarles unas fotos muy bonitas.




En la foto parece tan pequeña... pero ahí nos caían un montón de gotitas de la catarata, muy refrescante para un día tan caluroso como ese.





Desde ahí también se podía ver otra cosa más abajo como una máquina o algo así, pero el agua muy verde y el arcoiris que no se terminaba de ir.



Bueno, vimos lo que teníamos que ver, la catarata, los insectos, la mariposa morpho, ¡sí, otra vez una mariposa morpho!... ahora hora de bañarse. No sabíamos muy bien donde bañarnos, primero era que había mucha gente ruidosa, y más arriba habían unos hombres ahí. Así que cruzamos un puente para irnos al otro lado que estaba cubierto de hojas secas.



En ese lado también estaba un señor ya viejo con dos niños pequeños bañandose, se miraba muy agradable el señor y bonito con los dos niños que también se miraban adorables y graciosos.


Ésta era la vista desde el puente, unos tipos locos se estaban tirando ahí como si fuese eso un deslizador, qué valor. Pero qué divertido que se miraba.




Luego nos bañamos por la orilla con muchas hojas en el suelo (quién sabe qué cantidad de animales puede haber entre todas esas hojas) y divirtiéndonos con las cosas que hacían las personas que bañaban ahí cerca, los tipos de río de siempre.


Cuando ya nos íbamos compramos unos mangos verdes y unos pastelitos de crema a una señora y una niña, para el camino, a todo esto yo ya iba muerta de hambre. También cuando íbamos pasando por el pueblito vimos nuevamente al señor con los niños y nos saludó el señor. Afortunamente, pudimos comer sopa de jaiba al llegar.

De los mejores viajes, definitivamente.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ohh, pero qué buenas pitchurrs. Bye byeee.

Uva 1 dijo...

Y se terminó de joder la cámara...

glaucoma dijo...

Es muy loco eso, cada lugar tiene su identdad. El norte de mexico tiene sus normas y reglas pero cada lugar tiene un matiz diferente.
El norte tiene historia en el uso de sombreros y accesorios como la mezclilla y otras cosas pero cada lugar tiene escencia.

Suaves fotos, diferentes a lo de aquí pero suaves por eso.

anakim dijo...

Hola B. dile a Dario que me gustaron mucho sus fotos jeje... y pensar que aun el mundo sigue lleno de lugares escondidos que parecen sacados de sueños, no?

Nunca me ha tocado estar en un lugar asi, espero poder ir algun dia :)

un saludo

Jaime Vargas dijo...

Espectacular, sin duda!!!!